El limón es uno de los cítricos más versátiles que tenemos, igual lo utilizamos como aderezo para resaltar los sabores de nuestros platos o como ingrediente principal para preparar deliciosos postres. Pero, ¿sabíais que la cáscara de limón posee hasta 10 veces más vitaminas, minerales y fibras que su zumo?
En la cáscara del limón encontramos calcio, potasio, vitamina C, fibras, ácido cítrico, aceites esenciales, citronela, ácido málico, ácido fórmico o pectina. Muchas de estas sustancias aportan a nuestro organismo gran cantidad de beneficios de los que nos podemos aprovechar tomando cáscara de limón.
Beneficios de la cáscara de limón:
- Elimina toxinas del cuerpo, y por lo tanto también tiene un efecto rejuvenecedor.
- Elimina los gases intestinales y reduce la hinchazón abdominal.
- Ayuda a depurar el hígado.
- Favorece la digestión y previene problemas de estreñimiento.
- Potente fortalecedor del sistema inmunológico. Ayuda a prevenir infecciones, problemas respiratorios y reduce el tiempo y los síntomas de la gripe y resfriados.
- Ayuda a disminuir los niveles de presión arterial alta.
- Favorece la alcalinidad de la sangre.
- Combate el nerviosismo.
- Es antiséptica.
- Elimina el exceso de grasa en la piel por sus propiedades astringentes.
- Ayuda a blanquear las manchas de la piel y los dientes.
- Minimiza los riesgos de cáncer.
Os proponemos cinco formas diferentes de poder tomar cáscara de limón:
- Cáscara rallada: con la ralladadura de la piel podemos aderezar multitud de platos, e incluso utilizarla para preparar postres, salsas, etc y darle un toque cítrico y aromático a nuestros platos.
- Infusiones: podemos añadir la corteza del limón a la infusión y dejar reposar durante unos minutos. De esta forma no sólo daremos sabor a la infusión sino que además nos beneficiaremos de todas sus vitaminas.
- Cáscara confitada: una forma golosa de tomar la piel del limón es confitando su cáscara. Requiere de bastante trabajo y tiempo de elaboración, ya que hay que hervir varias veces la cáscara. Si no tenéis tiempo para hacerlo, os recomendamos nuestras Delicias de Limón y Chocolate, bombones elaborados artesanalmente: la piel de nuestros limones confitada y bañada con chocolate. ¡Un auténtico placer para el paladar!
- Azúcar con sabor a limón: consiste en mezclar la ralladura de la piel del limón con azúcar y esperar a que se seque. Una forma sutil de aprovecharnos de sus beneficios si no queremos que se note demasiado el sabor.
- Aceite de oliva aromatizado: en un recipiente de cristal añadimos varias pieles de limón y a continuación vertemos el aceite. Dejamos macerar durante un mes.