Los naranjos no son sólo árboles frutales típicos de Valencia, para nosotros son mucho más. Hemos crecido rodeados de naranjos; desde pequeños corretear entre los árboles, escuchar el ruido del agua regándolos, coger una mandarina y comerla mientras jugábamos, eran cosas habituales para nosotros, sin darnos apenas cuenta de lo afortunados que éramos y que gracias a nuestros padres podemos seguir siendo.

Muchas son las tiendas que han ido surgiendo desde un tiempo a esta parte, pero ¿cómo se nos ocurrió la idea y por qué? Aunque resulte extraño, la idea fue de mi padre, Luis Serra, agricultor “de los de toda la vida”. Cansado de ver la pésima calidad de las naranjas que llegaban al resto del país y de la cantidad de intermediarios y de procesos químicos por los que pasaban antes de llegar al consumidor final, nos propuso crear una nueva forma de venta de la que, sinceramente, no estábamos nada convencidos.

¿Quién iba a querer comprar naranjas por Internet?

Tan acostumbrados estábamos a tener las naranjas en nuestra propia casa, que no éramos conscientes de que las naranjas que nosotros comíamos no tenían nada que ver con las que se consumían fuera de Valencia.

Sin apenas conocer lo que era Internet ni mucho menos el alcance que iba a tener (estamos hablando de hace más de 12 años), mi padre logró convencernos, y nos aventuramos a crear una nueva forma de negocio. Es justo en este momento cuando nace LaMejorNaranja.com que nos ha permitido no sólo hacer llegar nuestras naranjas recién recolectadas directamente de nuestros campos a casa del consumidor, sino que además nos permite poder seguir viviendo de la tierra tal y como lo ha hecho nuestra familia durante generaciones. De ellos hemos heredado la pasión por el campo, por las naranjas, por la naturaleza y el medio ambiente, y sobre todo hemos conservado su agricultura tradicional, lo que se transmite directamente en su calidad.

Naranjas que saben a familia

Nuestras naranjas provienen de los mismos árboles que nos han visto corretear entre ellos cuando éramos pequeños. Han crecido con nosotros, nos han alimentado y ahora alimentan a nuestros hijos, forman parte de nuestra vida y gracias a las nuevas tecnologías, hemos conseguido que se pueda disfrutar de una verdadera naranja natural fuera de Valencia. Naranjas como las de antes, de las que saben a naranja, ésas que en cuanto las abres te inundan la casa con su aroma, naranjas sin maquillajes, sin adornos y sin tratamientos, tal y como provienen de nuestros naranjos.